Los contagios de covid-19 entre migrantes que llevaron al país a suspender los vuelos de deportados desde EE.UU.

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El desencuentro entre Guatemala y Estados Unidos por la deportación de migrantes en plena pandemia del coronavirus es ya público.

Durante semanas, había serias sospechas de que algunos de los migrantes guatemaltecos retornados por las autoridades de EE.UU. estaban contagiados tras haber intentado ingresar sin éxito en el país con mayor número de casos y muertes por covid-19 del mundo.

La polémica no dejó de aumentar después de que el presidente del país centroamericano, Alejandro Giammattei, y funcionarios de su gobierno se contradijeran al hablar de cuántos migrantes habían dado positivo por el virus.

Tras hacerse públicos decenas de contagios, sin embargo, Guatemala no tuvo más remedio que rectificar su postura frente a EE.UU. hasta el punto de suspender los vuelos con deportados a bordo desde aquel país.

Al menos, hasta asegurarse de que Washington garantiza que las personas expulsadas están en buen estado de salud y no contribuyen a expandir la pandemia en Guatemala, que hasta este lunes registró 289 casos confirmados y siete muertes por covid-19.

Cientos de personas han sido deportadas desde EE.UU. a Guatemala después del inicio de la pandemia de coronavirus.

Organizaciones defensoras de migrantes consideraron buena esta medida, si bien recordaron que Guatemala debe verificar las condiciones de sus ciudadanos mientras sigan retenidos en centros estadounidenses -cuyo número se desconoce- hasta que se reanuden las deportaciones.

Ausencia de tests en Estados Unidos

"A partir de hoy, y hasta que se cumpla con el convenio suscrito por los dos países que nos dé la certeza que esas personas van a venir con un certificado que nos demuestre que están libres de coronavirus, quedan en suspenso los vuelos de deportados", confirmó Giammattei el viernes.

El mandatario puso como ejemplo que de 12 migrantes seleccionados al azar en un avión que voló desde EE.UU. el lunes de la semana pasada, los 12 dieron positivo al test de covid-19.

"Nos ha salido prácticamente contaminado gran parte de ese vuelo", reconoció.

El presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, confirmó la suspensión de los vuelos con personas deportadas hasta que EE.UU. certifique que no están infectadas de covid-19.

El papel de EE.UU. a la hora de verificar la salud de los deportados lleva semanas en entredicho, sobre todo desde que el 21 de marzo aprobó expulsar a los migrantes indocumentados de manera inmediata -sin iniciarse ningún proceso de asilo- como medida extraordinaria frente al coronavirus

Desde entonces y hasta el 11 de abril, EE.UU. expulsó a más de 6.300 personas por su frontera con México. A esta estrategia, el presidente Donald Trump sumó este lunes su intención de suspender "temporalmente" la inmigración a su país con motivo de la pandemia.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE, por sus siglas en inglés) confirmó que estas personas no son sometidas al test del coronavirus de manera rutinaria antes de retornarlas a su país, pero sí se les toma la temperatura.

En caso de que esta prueba muestre que tienen fiebre, son enviados a instalaciones del ICE para un monitoreo adicional.

El ICE confirmó que no realiza tests de covid-19 de manera rutinaria a las personas que va a deportar previamente a su embarque, aunque sí les toma la temperatura.

La semana pasada, funcionarios de salud estadounidense llegaron a Guatemala "para revisar y validar" las pruebas de coronavirus que se realizan en el país a los migrantes deportados.

"Una vez que los resultados estén disponibles, ICE determinará si se deben reevaluar los procedimientos médicos actuales", declaró la vocera del ICE, Jenny Burke, al diario Los Angeles Times, el cual también subrayó las dudas de expertos de que estas pruebas sean suficientes dado que muchos portadores del virus son asintomáticos.

Críticas a la gestión de Guatemala

Pero no solo la labor de EE.UU. es cuestionada. Organizaciones de apoyo a migrantes critican que, si bien Guatemala acabó mejorando su seguimiento a los casos, también comenzó haciendo pruebas sanitarias insuficientes a los deportados.

"En los primeros vuelos cuando empezó la crisis, a las personas solo se les tomaba la temperatura, pero sin hacerles ninguna prueba para saber si eran portadoras o no del virus y poniendo en riesgo su vida y la de su familia", dice Julia González, coordinadora de la Mesa Nacional para las Migraciones de Guatemala (Menamig).

"Se han ido implementando acciones a cuenta gotas y eso ha perjudicado a los migrantes, sobre todo porque personas contagiadas sin saberlo pudieron ser llevadas al regresar a su comunidad y sin tener ellos responsabilidad al respecto", coincide el Defensor de las Personas Migrantes de Guatemala, Carlos Eduardo Woltke.

Ambos expertos reconocen la decisión de suspender estos vuelos y anteponer el estado de salud de los migrantes, pero recuerdan que Guatemala debe seguir velando por sus condiciones mientras continúen retenidos en EE.UU.

"Es obligación del Estado, a través de la red consular de su Ministerio de Exteriores, verificar la situación de las personas guatemaltecas detenidas, es algo a lo que no puede renunciar aún estando ellos en EE.UU", le dice a BBC Mundo Woltke, titular de una de las defensorías de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) guatemalteca.

De las 32.000 personas que actualmente están bajo custodia del ICE se desconoce cuántas son de origen guatemalteco.

González sí cuestiona que la petición que el presidente Giammattei le hizo a EE.UU. no se la dirija también a las autoridades de México, para así tener igualmente la certeza de que las personas deportadas por tierra desde el país vecino no son portadoras del virus.

"Además, tenemos innumerable cantidad de retornos voluntarios desde México, que no necesariamente pasan por puntos fronterizos autorizados sino por puntos ciegos. Muchas personas están volviendo a sus comunidades y no están siendo puestos en cuarentena", le dice a BBC Mundo.

Según declaró este lunes el canciller guatemalteco, Pedro Brolo, a los 80 migrantes que reciben cada día en la frontera con México se les practica la prueba de covid-19 y se les traslada a un hospital si presentan síntomas.

También el gobierno centroamericano fue criticado por hacer dormir en colchonetas a los migrantes deportados en un improvisado centro de recepción ubicado en el aeropuerto de Ciudad de Guatemala, que la PDH consideró que no reunía las condiciones adecuadas.

La PDH concluyó que la distancia entre las personas deportadas y aisladas en el aeropuerto de Ciudad de Guatemala no era la adecuada.

Giammattei aclaró que la medida fue provisional mientras se obtenían los resultados de las pruebas de un grupo tan numeroso, y que después fue trasladado a un albergue de la capital para pasar la cuarentena.

Fuente: BBC

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